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La Tozudez de la Oligarquía

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La Tozudez de la Oligarquía

Gregorio Antonio Requena Martínez

Es realmente lamentable ver como el pueblo tiene que pagar caro la tozudez de la oligarquía por sus ansías de poder, mientras más tienen, más quieren, y eso es lo que sucede hoy en nuestro pueblo hermano de Honduras. Mientras los poderes económicos y geopolíticos extraen nuestros recursos naturales, junto con la fuerza de trabajo de nuestra mano de obra, y sin permitirnos agregarle valor en casa a nuestras materias primas –como sería por ejemplo refinar el cobre y el petróleo, para convertirlos en cables eléctricos, gasolina u otros productos terminados–, la industria de los grandes medios de comunicación lava el cerebro de nuestros conciudadanos para convencerlos de que viven en el mejor de los mundos posibles, en una realidad que no admite cambios, con una «democracia electoral representativa» que es sinónimo de libertad de mercado, de la supuesta libertad política y de una mítica «libertad de información», que más bien es el derecho a la libertad de empresa que se adjudica a sí mismos, y de manera excluyente, los miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ,(ver sitio web de esta patronal de la prensa.) Pero esta organización de los dueños de grandes periódicos de la región latinoamericana es apenas la punta de un gigantesco iceberg, un gran témpano que apenas asoma su nariz sobre la superficie, ocultando por debajo una compleja estructura de poder mediático totalitario que controla absolutamente todo lo que el ciudadano debe conocer –e ignorar– a fin de manipular su voluntad y eliminar su capacidad de pensar. A diferencia de los glaciares que están derritiéndose por doquier, este témpano cada vez se hace más sólido y la concentración de la propiedad de los medios reviste características alarmantes en todos los países, incluso en las naciones desarrolladas. Así como en algunas repúblicas el comercio minorista terminó en poder de un solo monopolio o un duopolio, el Congreso, la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía General de Honduras conjuntamente con las Fuerzas Armadas han dado un GOLPE certero a la Constitucionalidad, al pueblo y a la Democracia Latinoamericana.

“Están acostumbrados a comprar a quienes los pueblos eligen. Quieren mantener democracias representativas para comprar congresos, magistrados, presidentes. Hoy se han encontrado con una sorpresa: El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, estar hoy en Honduras para hablar con el gobierno de facto “No vamos a Honduras para negociar. Vamos a pedir que se deje de hacer lo que se ha estado haciendo hasta ahora y a buscar vías que permitan el retorno a la normalidad', dijo Insulza

El pueblo de Honduras vive Incomunicados, debido a que el gobierno de facto cortó el servicio de telefonía, de luz y ha cerrado o censurado las radios, televisoras y periódicos opositores, los hondureños resisten la represión del golpe militar.

Las voces del pueblo hondureño que reclaman el regreso del presidente Manuel Zelaya no han podido ser silenciadas.

El canal de noticias Telesur y los periodistas que han viajado a Honduras para registrar, en un inicio la encuesta del domingo y posteriormente el secuestro y salida forzada del país del presiente Zelaya, han informado al mundo la resistencia del pueblo hondureño al gobierno de facto.

El boca a boca ha sido la herramienta comunicacional más importante del pueblo hondureño para salir a las calles a condenar el golpe de Estado y exigir el retorno de su presidente constitucional Manuel Zelaya.

La periodista de Radio Globo de Honduras, Mariela Cáceres, denunció que hay una persecución de muerte contra el director de este medio, David Romero, y empleados de la radio. “Toda persona que se pronuncie a favor del presidente constitucional, Manuel Zelaya, está siendo amenazado y perseguido”, denunció la periodista.

Radio Globo Honduras era el único medio local que informaba abiertamente del golpe de Estado en este país centroamericano, hasta las 6:00 de la tarde del domingo, momento en que, a punta de fusiles, el ejército ordenó detener las transmisiones.

La cifra de detenidos en Honduras desde el golpe de Estado no ha sido informada.

Sólo se conoce, según autoridades policiales que le informaron a El Heraldo de Honduras este jueves, que al menos 80 personas han sido detenidas por violar el toque de queda establecido de 10:00 de la noche del miércoles a 5:00 de la mañana del jueves.

El Congreso hondureño aprobó el miércoles la suspensión de algunas garantías individuales, las que tienen que ver con el derecho de asociación, el derecho de libre circulación y allanamiento de morada, durante las horas en que está vigente un toque de queda.

Los fiscales generales y procuradores de Venezuela, Ecuador, Dominicana, Cuba y Nicaragua rechazaron públicamente el golpe de Estado contra el gobierno constitucional de Honduras. En un comunicado firmado por la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, y sus pares de Ecuador, Washington Pesantez; de Cuba, Juan Aníbal Escalona; de Nicaragua, Julio César Centeno Gómez y el procurador general de la República Dominicana, Radhames Jiménez, expresaron su solidaridad al pueblo hondureño y al gobierno de Manuel Zelaya.

Además de rechazar el golpe de Estado en Honduras, los fiscales latinoamericanos dieron un respaldo a la Organización de Estados Americanos (OEA), la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (Alba), La Unión de Naciones Suramericana (Unasur), al Mercado Común del Sur (Mercosur), en sus acciones para restablecer el hilo constitucional en este país.

También La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictó este jueves una serie de medidas cautelares a favor de activistas sociales, líderes políticos, periodistas y miembros del gabinete del presidente legal y constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, quien el pasado domingo fue objeto de un golpe de Estado que lo separó de sus funciones.

La presidenta de este organismo adscrito a la Organización de Estados Americanos (OEA), Luz Patricia Mejías, precisó vía telefónica en un contacto con el programa Dando y Dando de Venezolana de Televisión que otorgaron dichas medidas, porque en función de las actividades que realizan estos grupos son los más propensos a que su integridad física corra peligro.

Agregó que la CIDH solicitó una visita al gobierno de facto, constituido luego del golpe de Estado en la nación centroamericana, para constatar de primera mano la información que han recibido sobre la violación de los derechos humanos.

Indicó también que dicha visita sería ejecutada por la relatoría de libertad de expresión para evidenciar la condición de las detenciones que se han venido suscitando en los últimos días y el porqué de las mismas.

“Cuándo, cómo y por qué se está deteniendo a la gente. Los mecanismos que se están utilizando para controlar y garantizar todos los derechos y garantías judiciales que están establecidos en la Constitución y, por supuesto, hacer las recomendaciones que tengamos que hacer para que esta situación cese”, agregó Mejías.

Calificó de extremos y preocupantes los hechos de represión que actualmente se viven en Honduras, después de que el gobierno de facto, presidido por Roberto Micheletti, decretara la suspensión de garantías constitucionales y la extensión indefinida del toque de queda en ese país. Explicó que, si bien es cierto que la CIDH no prohíbe las restricciones de garantías constitucionales en casos especiales, tales mecanismos deben tener unos controles claros.

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, criticó el tratamiento que han dado algunos medios de comunicación privados de Venezuela al golpe de Estado ocurrido en Honduras el pasado domingo.

Durante la edición número 4 del programa Aló, Presidente Teórico, transmitido desde el Palacio de Miraflores, en Caracas, el mandatario acusó a los dueños de estas empresas de comunicación de ser “ricachones” a los que no le importan los intereses del pueblo. Igualmente, aseveró que a los empresarios de los grandes periódicos y canales de televisión del país no les interesa defender la democracia sino sus conveniencias económicas.

De igual manera, el jefe de Estado fustigó al grupo de intelectuales de derecha que vino a Venezuela en días pasados para acusar al Estado de violar la libertad de expresión. Asimismo, se refirió a los miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), quienes no se han pronunciado contra el cerco informativo y los abusos que han sufrido los periodistas por parte del gobierno de facto instalado en Honduras.

También conminó al gobierno estadounidense a ser más enfático y menos “blandengue” al momento de pronunciarse sobre la situación que vive actualmente la tierra de Morazán.

Las autoridades y representantes de los organismos electorales de los países latinoamericanos y del Caribe también suscribieron un comunicado en el que condenan y repudian la ruptura del orden constitucional que se suscitó en Honduras luego del secuestro y expulsión de ese país del presidente Manuel Zelaya.

En el comunicado se ratifica el principio rector de los signatarios y su papel como garantes de la expresión soberana de los pueblos, así como también el compromiso que se tiene en torno al fortalecimiento de la democracia producto de la expresión de la voluntad de los pueblos, quienes sólo a través de su voto eligen a sus representantes.

En la cuarta edición del Alo Presidente Teórico efectuado ayer (02-07-2009) fue realmente una demostración de plena solidaridad y democracia de un pueblo que ha despertado con conciencia Patria y esto no lo quieren ver los oligarcas de nuestro país que persisten en apoyar el golpe de Estado perpetrado en Honduras y descalificar a nuestro comandante Presidente en todo momento, ya deberían serrar a Globo “terror” por su falta de ética y seriedad periodística.

Como venezolano y Humanista veo con dolor de cómo muchas personas, especialmente niños, niñas y jóvenes, viven en la insensatez que le transmite ese canal golpista así como Radios y prensa escrita a través de sus programaciones. La Tozudez de la Oligarquía persiste y será difícil que desistan del Golpe para que Manuel Zelaya retome su cargo mañana cuando retorne a su País… Amanecerá y veremos los acontecimientos.

grantremar(arroba)yahoo.com

viernes, 3 de julio de 2009

CRONOLOGIA. 1958– 2009: “Historia de los de abajo”


Gregorio Antonio Requena Martínez

CRONOLOGIA. 1958– 2009:

“Historia de los de abajo”

San Mateo- Municipio Bolívar- Estado Aragua

Marzo 2009



Prologo

“La lucha de clases la “causa final y la fuerza propulsora de todos los acontecimientos históricos importantes en el desarrollo económico de la sociedad, en las transformaciones del modo de producción y de cambio, en la consiguiente división de la sociedad en distintas clases y en las luchas de estas clases entre sí”

(DEL SOCIALISMO UTÓPICO AL SOCIALISMO CIENTÍFICO)

A 10 años de la profunda transformación social que vive Venezuela, la mayoría de nosotros estamos redescubriendo la Historia, y repasando las páginas de la Historia Contemporánea de Venezuela, revisándola, texto por texto, solo encuentro “trivialidades” y con muchos “vacios intencionales” para que las nuevas generaciones no se enteren de los acontecimientos ocurridos antes y después de la caída del dictador Gral. Marcos Evangelista Pérez Jiménez en nuestro País, nadie puede transigir ante las masacres de Cantaura, Yumare, el Amparo, el Caracazo, los campesinos muertos a mano de sicarios en la lucha por el Latifundio, por tal motivo me apego del precepto Constitucional para expresarme con este ensayo para cooperar con la educación emancipadora de nuestros niños, niñas y adolescentes y hacer esta compilación cronológica de una parte de todo lo acontecido desde la caída de la dictadura (1958) hasta el mandato constitucional y revolucionario del comandante Hugo Rafael Chávez Frías (2009). La desinformación que tienen nuestros niños, niñas y adolescentes en la escuela básica, diversificada y universitaria a través de los textos de Historia vigente muestran la disociación y el desprendimiento de nuestro resiente pasado y el presente vivido hasta hoy.

Por esta razón ciento la necesidad de escribir este ensayo con la intención de que los jóvenes reciban de sus maestros (as) y profesores (as) parte de nuestra verdadera Historia, y que no olvidemos los atropellos cometidos en nombre de la “Democracia”. No sólo fue historia real, en un sentido de acción política contra un estado de cosas. Es, fundamentalmente, historia, conocimiento que ha llegado a nosotros como acontecimiento narrado como una irregularidad, como un accidente, frente a otras historias que aún desconocemos, pero a las cuales podemos acercarnos a partir de la tradición oral diseminada por sus propios actores y transformada en mito y leyendas que es, tal vez, la más permanente de las historias, porque es la historia de los de abajo. La multiplicidad de la historia en la diversidad de quienes la interpretan. La historia que se hace recuerdo por la vía de quien la recoge e impone su versión, por eso el educador actual debe estar atento y padres y representantes también deben velar de la educación que reciben nuestros representados y este ensayo es un recordatorio metodológico que lleva a un compromiso ético y moral frente al conocimiento en sí y frente a la sociedad.

Fue y es una historia de vencedores y vencidos, es cuestión de valores saber quién es finalmente el vencedor y quién el vencido. Muchas veces es mejor, más ético y más humano, estar con el vencido que con el vencedor, por eso, el reto es construir una historia de todos, empezando por reivindicar a los de abajo, a los vencidos, a los sin voz, la historia de todos en la que también se reconozca la pluralidad de discursos elaborados en diferentes espacios y desde diversas culturas, sin calificativos a priori y sin exclusiones, porque todos hemos hecho la historia que ha pasado y a todos nos compete construir un mejor destino para la historia que viene, porque en fin, a todos nos pertenece por entero el futuro de la Humanidad, de allí la importancia de valernos de herramientas que nos permitan indagar, redescubrir y compartir lo investigado con todos y todas aquellas personas que amen esta tierra grande y generosa en la cual vivimos y convivimos.

Más allá de las diferencias que puedan existir entre las normas establecidas para redactar individualmente un libro de Historia o de cualquier otro género están las ilusiones de una historia lineal, que surgida de la barbarie debe culminar en el progreso de la sociedad toda, sin distinción de raza, credo o estamento social. La historiografía del siglo XIX y parte del siglo XX con el derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez no concluyó inmediatamente en un régimen civil democrático. Adicionalmente, no todas las tendencias que derriban a Pérez Jiménez querían instaurar un régimen democrático y seguían prefiriendo un gobierno de las Fuerzas Armadas al que calificaban como “desorden” democrático del trienio 1945-1948, pero que les encantaba por los convenios establecidos por el dictador con el imperio norteamericano.

De las fracturas de la primera revolución industrial pasamos ahora a una fractura que no reconoce fronteras y que se desarrolla y ahonda en todo el globo terráqueo. Durante el año 1958 se llevaron a cabo varios intentos de Golpes de Estado contra la Junta de Gobierno. Los peligros concretos de una regresión militar llevan a la formación de un Frente civil para encauzar el camino a la normalización democrática. Las Elecciones realizadas en Venezuela en diciembre de 1963 para dirimir al sucesor del presidente Rómulo Betancourt, dirigente de Acción Democrática e inaugurador de la etapa histórica y política venezolana denominada "Cuarta República".

Capítulo I

Pacto de Punto Fijo

El 18 de diciembre de 1945, por iniciativa del doctor Elías Toro, se crea en Caracas una "agrupación cívica" con el nombre de Unión Republicana Democrática (URD) que posteriormente se constituye en partido político el 28 de febrero de 1947 en su Primera Convención Nacional, resultando Jorge Figarella presidente de la novel organización política y Villalba, secretario general. No obstante, mucho antes de fundarse URD Villalba se había convertido en un importante vocero de las críticas formuladas al "sectarismo adeco", proponiendo un gobierno de integración nacional, por este motivo la pasarían factura luego. El 11 de diciembre de este mismo año, la Junta Revolucionaria de Gobierno enfrentó un alzamiento de varias unidades militares en Valencia y Maracay; suspendidas las garantías constitucionales, Villalba fue detenido en Caracas, recobrando la libertad en enero de 1947.

El 24 de noviembre de 1949 la Junta Militar, que un año antes había derrocado a Rómulo Gallegos, restituye varias garantías constitucionales y el 28 instala en el Palacio de Miraflores la comisión encargada de redactar un proyecto de estatuto electoral, presidida por Luis Jerónimo Pietri, siendo vicepresidentes Rafael Caldera y Jóvito Villalba. Finalmente, en abril de 1951 se promulga el Estatuto Electoral que regirá las elecciones del año siguiente. El 30 de noviembre se realizan las elecciones para la selección de los diputados que formarían parte de la próxima Asamblea Nacional Constituyente, obteniendo URD un triunfo arrollador ante el partido oficialista Frente Electoral Independiente (FEI); ante lo cual el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, decide desconocer los resultados del 2 de diciembre del mismo año. Luego del fraude de las elecciones de 1952, Jóvito Villalba junto a otros líderes de URD fueron conminados a salir del país.

A raíz del 23 de enero de 1958, regresa nuevamente al país y propone la "unidad de todas las fuerzas democráticas" idea que discutió en Nueva York con John Davison Rockefeller, Rómulo Betancourt (AD) y Rafael Caldera (COPEI) y que dio origen al “Pacto de Punto Fijo” firmado el 31 de octubre de 1958 en Caracas. No obstante, el 16 de noviembre de 1960 URD abandonó la coalición de gobierno debido - como informó Villalba - "a profundas divergencias en materia económica, internacional y de orden público". En las elecciones de 1963, resulta vencedor Raúl Leoni; lo que ni impide que su partido forme parte del llamado gobierno de Amplia Base, propuesto por Leoni. En las elecciones de 1968 en las que resultó electo Rafael Caldera, su partido decide apoyar al candidato presidencial del Frente Nacional Democrático, Miguel Ángel Burelli Rivas. En 1971 el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) y URD integran un movimiento llamado Nueva Fuerza y el 29 de julio se instala un Congreso Extraordinario para elegir el candidato presidencial; compiten Jesús Ángel Paz Galarraga (MEP) y Jóvito Villalba (URD), triunfando el primero. En las elecciones de 1978 Villalba apoya la "candidatura nacional" del doctor Luis Herrera Camping (COPEI), quien resulta vencedor.

La Masacre de Cantaura

Gobernaba el doctor Luis Herrera Camping (1978). El tuvo que saber lo que se planeaba. Cuando se trata de asuntos tan graves ninguna policía o ningún otro cuerpo armado, por alto que sea, se atreve a proceder sin la anuencia del Jefe del Estado. Herrera dirá tal vez que él no sabía que iba a producirse una matanza, autorizó la represión por los medios normales, esa sería su defensa si imaginamos un juicio de responsabilidades que bajo el actual sistema es obvio que jamás se realizará. El Ministro del Interior era Luciano Valero pues Pepi Montes de Oca había salido a disputarle a Rafael Caldera la candidatura presidencial de COPEI. No cambia la historia. La policía casi siempre consulta con los Ministros del Interior los procedimientos represivos del orden político. El bombardeo de la Fuerza Aérea debió ser consultado con el Presidente de la República y con el Ministro de la Defensa. Pero nombres aparte, el gran responsable es el régimen, el que viene desenvolviéndose desde el 23 de enero, capaz de asesinar sin sonrojarse aún en circunstancias en que no es necesario usar métodos extremos.

Cuatro de octubre de mil novecientos ochenta y dos (04-10-1982). ¿Quién recuerda esa fecha? Nadie. Se la tragó el olvido. Nuestro país ha perdido la memoria para todo acontecimiento luctuoso o trágico, (producto de los intereses del sistema neoliberal). Se recuerdan apenas los hechos de la farándula, las incidencias del deporte y, cuando la gente se pone un poco seria, las jornadas del arte. El día que acabo de mencionar, se produjo la masacre de Cantaura. ¿Cantaura? ¿Dónde está Cantaura?, preguntará alguien. ¿Y qué ocurrió allí? Una masacre perpetrada por la Disip en un grupo de jóvenes revolucionarios que celebraban una reunión en las cercanías de aquella población del oriente de la República. ¿Reunión? ¿No sería una concentración subversiva? Las cosas varían según ciertas circunstancias. En Cantaura cayeron unos muchachos desarmados a quienes se acosó, se hirió y se remató sin valentía y con premeditación. Allí se aplicó la doctrina Reagan de contrainsurgencia, según la cual hay que ser brutal ante todo núcleo insurgente o que pueda llegar a serlo. Primero los muchachos fueron bombardeados por la Fuerza Aérea y luego entró la Disip. ¿Por qué esa masa de estudiantes con algunos jefes fue masacrada sin piedad ni mérito alguno?, desde el punto de vista militar es algo que debe ser explicado para que resplandezca el substrato político del asunto. Cuando se produce la masacre de Cantaura habían cambiado ya los conceptos de contrainsurgencia. Durante los años de Kennedy, la contrainsurgencia se inspiraba en la idea de cortarle a los guerrilleros la base social. El ejército y las policías tenían que trabajar ante todo a la población campesina para que ella rehusara el apoyo a los guerrilleros. Sólo después de aislarlos, los guerrilleros debían sufrir el acoso militar de la contrainsurgencia. Con Reagan y aún antes, aparece otra doctrina. Al foco guerrillero hay que exterminarlo aún en sus más incipientes manifestaciones. Permitir que subsista, así sea larvado, constituye un grave peligro. Una guerrilla que arraiga o se mantiene resulta indestructible.

Proceder sin contemplaciones en el primer momento ahorrará esfuerzos estériles más tarde. La contrainsurgencia que siguen los ejércitos y las policías latinoamericanas viene de los Estados Unidos. No es nada extraño. Nuestra dependencia es integral y va de las medias de nylon a las armas de los ejércitos. Ningún ejército latinoamericano ha creado una doctrina de contrainsurgencia entre otras cosas porque ya ella existe. Es como si fuéramos a inventar el automóvil cuando él lleva un siglo rodando. Para el momento en que se produce a matanza de Cantaura la doctrina de Reagan había desplazado a la de Kennedy como método para enfrentar los retos guerrilleros. La ciudad oriental fue el primer teatro en el cual se la aplicó en Venezuela. Eso explica la brutalidad con la cual se procedió a sabiendas que allí no había un núcleo propiamente guerrillero o en todo caso que los allí reunidos no presentaban un desafío de carácter militar. La aviación que bombardeó el lugar donde deliberaban los que luego morirían en Cantaura y la policía que hizo la tarea sucia del asesinato sin heroísmo se guiaron por la doctrina de Reagan que aconseja disipar toda duda apelando a los medios más brutales desde el primer momento.

El asalto a los muchachos reunidos en Cantaura debió planearse como una gran operación militar. Así lo prueban la diversidad de las fuerzas que realizaron la faena, los intervalos en su ejecución, la sincronización de todas las fases del operativo y por último los medios utilizados. Es obvio que la presencia de la gente de Bandera Roja en Cantaura había sido delatada a la policía. No se sabe si hubo alguna delación pero es harto probable. Ninguna policía realiza la menor tarea sin el hilo de Ariadna de una delación. Es posible que la llegada a Cantaura o a sus alrededores de decenas de muchachos, extraños al medio, llamara la atención de los pobladores de la zona y a través de los comentarios adecos o copeyanos del lugar se enteraran de la reunión. También sería factible que alguno de los que iban hacia Cantaura se lo contara a un amigo y por este conducto la noticia alcanzara los oídos de la policía. Pero era evidente que los cuerpos represivos conocían la reunión de antemano. Pudieron haber detenido a los asistentes -ya reunidos en el lugar de los acontecimientos- porque las informaciones de que disponía la policía permitían saber que los concurrentes estaban desarmados y eran jóvenes universitarios en su mayoría. Pero es obvio que se quiso hacer un escarmiento ejemplar para aterrorizar a quienes quisieran seguir el camino guerrillero.

La Disip a quien tocaría la masacre es un cuerpo muy penetrado por gente que profesa odio mortal a las izquierdas. Allí estuvo Orlando García, traído por Betancourt y por Carlos Andrés Pérez en los años de la insurgencia brava. Más tarde, estuvo el Mono Morales Navarrete, nacionalizado por Octavio Lepage en tiempo record. Y por último, Luis Posada Carriles fue alto jefe en este cuerpo. En cierto modo la Disip es una policía mayamera que tiene, como todo lo que se relaciona con esa ciudad, un aborrecimiento letal a todo lo que huela a revolución. Está claro por estos elementos que la masacre fue premeditada, pues la policía conocía el estado de indefensión de los que allí estaban y además ellos no hicieron ni podían hacer resistencia. Si era una reunión, la policía cometió un crimen. Si se trataba de guerrilleros, tal vez estuvo bien todo lo acontecido. Así es el país de hoy olvidadizo de cuanto constituya un atropello o una advertencia. Cantaura está hundida en esa amnesia porque allí se resumen las contradicciones y las paradojas de un país cuyas instituciones son más un biombo para encubrir realidades que un camino abierto a los pasos de todos. En Cantaura cayeron decenas de jóvenes, no se sabe con exactitud cuántos, acorralados, fusilados y rematados por la policía política del régimen en el crimen más repugnante que haya cometido la autoridad desde el 23 de enero de 1958. No hubo allí ni siquiera el mérito de haber vencido en combate a gente armada. Fue un fusilamiento descarado. Por qué y cómo ocurrió aquello sería el propósito de un estudio destinado a rescatar la verdad.

En Venezuela la tradición que permite a los cuerpos armados usar y abusar no se ha extinguido. Póngale usted un uniforme al más lerdo de los venezolanos, se convierte en fiera que mata hasta a la madre si fuere necesario. Además de eso era una época en que los sistemas de la democracia basados sobre la desigualdad y la opresión palpitaban llenos de temores, esas masas oscuras que vegetan en el hambre, esos niños barrigones arrojados al barro de la calle parecen quietas y resignadas. ¿Pero no habrá en ellos la llama del desquite? Eso fue como en los tiempos que precedieron a la Revolución Francesa cuando los campesinos arañaban la tierra para mitigar un poco el hambre. Se vivió bajo un sistema neurótico que sabe cuán grave es la vida de las masas. No basta el voto quinquenal, no basta la rotación de los partidos en el poder, no basta el Congreso. Con eso nadie come. De allí la necesidad de la represión fulminante. Las democracias se distinguen de las tiranías en que ellas reprimen con salvajismo de vez en cuando mientras las otras lo hacen todos los días. Una democracia puede ser tan criminal como una dictadura. Recuérdese el crimen de las Tres Culturas en el México de 1968 y la matanza de Cantaura en Venezuela. Por cierto Cantaura no fue única, después vendría Yumare ya bajo Jaime Lusinchi.

La Masacre de Yumare

Para el año 1986, el presidente de la República era Jaime Lusinchi (08.05.86) fueron asesinadas por un comando de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) nueve (9) personas, en la zona La Vaca, Barlovento, cercano a la población de Yumare, del Distrito Bolívar, en el estado Yaracuy. Las autoridades policiales indicaron que se trató de un "enfrentamiento armado de un grupo de la Disip, con un grupo guerrillero (...) con el saldo de nueve guerrilleros muertos y un funcionario de la Disip herido (Henry López Sisco)". Sin embargo, testigos afirman que esas personas fueron detenidas, torturadas y, posteriormente, ejecutadas - les colocaron ropas militares encima de su ropa civil- por funcionarios de ese organismo policial. Indicaron que los mismos eran luchadores sociales y promotores del ideal bolivariano. Los ciudadanos presuntamente ejecutados extrajudicialmente fueron: Rafael Ramón Quevedo Infante, Ronald José Morao Salgado, Nelsón Martín Castellano Díaz, Dilia Antonia Rojas, Luis Rafael Guzmán Green, José Rosendo Silva Medina, Pedro Pablo Jimenes García, Simón José Romero Madriz y Alfredo Caicedo Castillo.

Sorprende la efectividad, precisión y cantidad de los impactos en los cuerpo de las víctimas, particularmente en la cabeza y tórax de todos los presuntos agresores, por parte de los funcionarios policiales que fueron presuntamente emboscados; no habiendo baja masiva, sino dos heridos por parte de los funcionarios policiales, lo que igualmente sorprende ya que la ventaja de una emboscada y la protección defensiva previa a la misma en una zona boscosa por parte de los agresores, establecería que las consecuencias para los funcionarios policiales fueses con gran certeza desastrosas.

Este hecho, también fue investigado por el Congreso de la República con la denominación de la "masacre de Yumare". el Ministro del Interior era Octavio Lepage, y el Director de la DISIP Porfirio Valera, eran desde luego estos personajes los jefes superiores de esa Jauría de asesinos, los mismos que pocos años antes 1982, habían masacrado a un grupo de Jóvenes Revolucionarios en Cantaura Estado Anzoátegui, siendo Presidente Luis Herrera Campins en ambos casos esta la presencia de López Sisco y su Pandilla, ahora en el caso de Yumare, tanto Jaime Lusinchi y sus subordinados son corresponsables de los homicidios agravados de Dilia Antonia Rojas, Alfredo Caicedo Castillo, Simón José Romero Madrid, Rafael Ramón Quevedo, Nelson Martín Castellano Díaz, Pedro Pablo Jiménez García, Luis Rafael Guzmán Green, Ronald José Morao Salgado. El Tribunal Militar del Estado Lara en el expediente No. 471, de fecha 08 06 1986 determinó con todo cinismo, que era un caso de rebelión Militar, o sea según el Tribunal los únicos indiciados fueron los compañeros muertos.

Como consecuencia de esa decisión que deja impune esos crímenes, el Comisario López Sisco y sus cómplices se pasean tranquilamente por las calles, asesoran Gobernadores y Alcaldes Golpistas, conspiran al lado de la CIA, y reciben sus jugosas jubilaciones que les da la “Nueva Disip” Pero los que creyeron que esta fatídica historia se iba a quedar impune se pueden llevar una sorpresa, pues la Dra. Merly Morales y un equipo de Abogados introdujo ante el Juez de Control No. 6, Dr. Darío Suárez Jiménez del Circuito Judicial Penal del Estado Yaracuy la querella correspondiente a este caso a nombre de los familiares de las víctimas, deseamos todo el pueblo venezolano que se haga Justicia, de esta manera le iremos ganando la batalla a la impunidad que se ha ido enseñoreando por desgracia en la Patria de Bolívar desde hace ya bastante tiempo.

Varias circunstancias produjeron una caída internacional de los precios durante los años 1980 y los gobiernos de Luis Herrera Campíns y Jaime Lusinchi se mostraron incapaces de diversificar la economía venezolana, fuertemente dependiente del petróleo. Adicionalmente, políticas internas no acertadas llevadas a cabo por ambos gobiernos fueron deteriorando la calidad de vida de la población: el modelo rentista petrolero -antes exitoso- empezaba a colapsar y frente a una nueva realidad mundial, Venezuela comenzó a transitar un largo camino de crisis económicas.

La Masacre de El Amparo

Gobierno de Jaime Lusinchi- (29-10- 1988). La Masacre de El Amparo también conocida como la Masacre de La Colorada es como se le ha llamado al suceso acontecido en Venezuela en el cual son asesinados 14 pescadores en los alrededores de la localidad de El Amparo, municipio Páez del estado Apure fronterizo con Colombia por parte de miembros del Comando Específico “José Antonio Páez” de las fuerzas de seguridad del Estado integradas por tropas del Ejército . Esta matanza fue coordinada por el Coronel (Ej.) Enrique Vivas Quintero, Comandante Militar de la zona. Los efectivos justificaron la acción alegando que los campesinos eran en realidad guerrilleros colombianos que posiblemente estarían preparando acciones en el territorio venezolano. Sin embargo, los testimonios de dos sobrevivientes y las evidencias encontradas demostraron que se trataba de campesinos y que no hubo razones para que el ejército sospechara que eran guerrilleros. El caso provocó conmoción en el público venezolano, generando grandes manifestaciones pacíficas de rechazo. Organizaciones de defensa de los derechos humanos y los dos sobrevivientes presentaron el caso en instancias internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, la cual dictaminó en favor de los afectados y exigió al gobierno nacional pagar una indemnización a los familiares de los fallecidos. Como consecuencia del caso fueron eliminados los Teatros de Operaciones (especie de comandos de simulación de guerra en tiempos de paz) que funcionaban en las zonas fronterizas de Apure (en donde ocurrió la masacre), Táchira y Zulia.

Agotados los esfuerzos para obtener justicia y en virtud de las innumerables irregularidades que ocurrían en el proceso judicial, las organizaciones de derechos humanos Red de Apoyo por la Justicia y la Paz y Provea, con el apoyo de los abogados Getulio Romero y Fabián Chacón, elevaron el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En 1994, esta instancia dirigió el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), luego que los gobiernos de Carlos Andrés Pérez y Ramón J. Velázquez incumplieran sus recomendaciones.

Un año después, el 11.01.95, el Estado venezolano reconoció los hechos y asumió la responsabilidad ante la Corte IDH. El 14 de septiembre de 1996 dicho tribunal hemisférico dictó una sentencia que fijó el monto de las indemnizaciones que debían pagarse a los 2 únicos sobrevivientes y a los familiares de los fallecidos y ordenó que se continuara con las investigaciones y se sancionara a los responsables. Aunque durante el gobierno del Presidente Rafael Caldera se canceló casi la totalidad de las indemnizaciones, quedó pendiente un monto, producto de no acatarse el mandato de la Corte IDH que regulaba la forma de calcular los montos en moneda nacional. Además, los imputados en los hechos quedaron en libertad a través de una sentencia inconstitucional emanada de la Corte Marcial y lamentablemente confirmada por la Sala Penal de la extinta Corte Suprema de Justicia (CSJ). El 16.02.04, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y Provea presentaron a la Corte IDH un informe mediante el cual informaron sobre la situación de incumplimiento del Estado venezolano de la resolución emitida por la Corte IDH en noviembre de 2002. Esta resolución le ordenaba al Estado venezolano cancelar a las víctimas y familiares de las víctimas los intereses generados por la demora en el pago hecho a las reparaciones que formaron parte del dictamen efectuado en 1995 por el tribunal hemisférico.

El 29 de octubre de 1988 14 pescadores son asesinados en Caño La Colorada, cerca de la población de El Amparo, Edo. Apure, por 19 funcionarios adscritos al Comando Específico José Antonio Páez (CEJAP) del Ministerio de la Defensa...el gobierno de Jaime Lusinchi justificó los hechos afirmando que se había tratado de un enfrentamiento con guerrilleros armados, aunque la evidencia siempre apuntó hacia la masacre, pues ¿cómo podía justificarse la versión de enfrentamiento cuando las experticias médico-forenses dan cuenta de disparos con orificios de entrada por la espalda y la parte posterior de la cabeza con distancias que oscilan entre uno y 50 cm. (Bolívar, Ligia, Rev. Sic., Nº 545: 226-228).

Capítulo II

La fractura social

La impunidad institucionalizada, pretendió presentar ante la opinión pública los hechos disfrazados de manera que, una vez más, el estado de indefensión jurídica en el que se encontraba la población padeció la frustración colectiva de saber que, otra vez, los inocentes eran perseguidos y los culpables amparados. La masacre del Amparo sólo era la repetición, en otro tiempo y con otras víctimas, de la eterna vulnerabilidad del Estado de Derecho en Venezuela.

En el mes de noviembre de ese mismo año (1988) el atropello policial cobra una nueva víctima, esta vez fue una niña en la población de Tejerías, Estado Aragua, quizá este hecho, por lo “común” del mismo no hubiera trascendido más allá de una simple nota de prensa si la protesta de los pobladores de Tejerías no lo hubiera convertido en un precedente importante del 27-F:

El estallido de Las Tejerías es sintomático porque constituye una manifestación de ese nuevo espíritu. No es la primera vez que un cuerpo policial mata a una niña como ocurrió en la población aragüeña. Las arbitrariedades son características...en un país como el nuestro. Pero jamás una masa pobladora había reaccionado ante el crimen con la instantánea reacción de protesta que estuvo presente en Tejerías. El Amparo ha abierto otro capítulo en esa nueva mentalidad que parecía destinado a desencadenar una etapa distinta en la vida nacional. La insurgencia de los habitantes de esa ciudad ha tenido rasgos inusitados, de nacimiento o gestación de algo nuevo en el país...El Amparo y Tejerías podrían ser los síntomas de una nueva actitud de los venezolanos en la defensa de sus derechos y en el repudio paralelo a los atropellos con que la trata las autoridades. (Rangel, D.A., Ultimas Noticias, 08-12-1988: 64)

Una de las características más importante de la situación en Venezuela para ese momento es la fractura social, asumida y reconocida por la más variada gama de las corrientes del pensamiento humano. La burguesía en pleno desarrollo, pasaba del liberalismo antimonárquico a la explotación más canallesca del trabajo. Uno de los lugares donde estas contradicciones marcaron un hito fue en EEUU. No por casualidad dos de las conmemoraciones universales: el 1° de mayo y el 8 de marzo tienen su origen en esa realidad. Por otro lado en la vieja Rusia, en consonancia con uno de los prólogos del Manifiesto Comunista, el Partido Bolchevique supo encausar esta fractura y su aceleración por la guerra hacia una salida revolucionaria donde el centro fue el aparato del estado y la incapacidad de la burguesía de dar una respuesta nacional burguesa

El Gran Viraje

Carlos Andrés Pérez, que en su primer gobierno (1974-1979) logró un gran crecimiento económico, regresa a la escena política diez años después, portando dicho aval: esto le valió resultar ganador en las elecciones de 1988, con una considerable mayoría que esperaba resolviese la fuerte crisis económica. Sin embargo Pérez, con políticas diametralmente opuestas a las de su primer gobierno, aplica un programa neoliberal (el llamado Gran Viraje), directamente influenciado por las teorías económicas de moda en ese entonces en el Fondo Monetario Internacional y en los principales grupos económicos de los Estados Unidos. Este programa incluía, entre otros aspectos, la liberación de precios controlados por la anterior administración, principalmente de la gasolina, pero su aplicación inmediata no hizo sino profundizar los problemas de la mayoría de la población. Las consecuencias sociales no se hacen esperar: en Caracas, en 1989 se producen intensos disturbios, saqueos a gran escala, protestas y una subsecuente represión militar, conocida como el Caracazo. Además de la crisis económica.

Haciendo un poco de historia, en Venezuela, desde 1960 hasta 1998, según la compilación de Gilberto Guerrero-Rocca, especialista en Derecho Administrativo en su libro Régimen de Gestión, Control y Protección Constitucional de los Servicios Públicos, al menos 21 decretos fueron emitidos para controlar las situaciones de emergencia, movimientos militares y sociales en el país.

El general Alberto Müller Rojas, ex miembro del Estado Mayor, recordó que en la época del puntofijismo fue cuando más se violaron los derechos humanos.

“Ni en la época de Juan Vicente Gómez se vieron tantas matanzas como durante el conflicto de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, en Anzoátegui; durante el Gobierno de Raúl Leoni; los muertos de Yumare, Cantaura y El Amparo, en la gestión de Carlos Andrés Pérez”.

Roberto López, profesor de la cátedra de historia de LUZ, sostiene que un Gobierno elegido legítimamente tiene la potestad de suspender las garantías, siempre y cuando exista una razón que ponga en peligro la estabilidad de la nación. Los años 70 también fueron difíciles por la cantidad de juicios militares contra civiles opositores que se dieron a Periodistas, escritores y hasta dirigentes sindicales pasaron por esa situación “yo fui uno de ellos. En 1982 me enjuiciaron siendo civil”, dijo

El Caracazo, Personajes

Carlos Andrés Pérez, Presidente de Venezuela por Acción Democrática (febrero de 1989- mayo de 1993), Comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, gobernante durante los hechos.

Gral. de División (Ej) Ítalo del Valle Aliegro, Ministro de la Defensa.

Gral. de División (Ej) Jose Maria Troconis Peraza Comandante del Ejército (junio de 1988 - junio de 1989)

Alejandro Izaguirre Angeli,, Ministro de Relaciones Interiores

Antonio Ledezma, Dirigió un grupo de la Policía Metropolitana de Caracas.

Virgilio Ávila Vivas, Gobernador del Distrito Federal (2 de febrero de 1989 - enero de 1992) designado por el presidente Pérez.

Gral. Manuel Antonio Gil, Comando Estratégico del Ejército

Gral. Manuel Heinz Azpúrua, Director de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip)

Gral. (GN) Freddy Maya Cardona, Comandante del Regional 5 de la Guardia Nacional.

Reinaldo Figueredo Planchart, Ministro de la Secretaría de la Presidencia.

Gral. Oscar González Beltrán, jefe de la Casa Militar.

El caracazo

El caracazo o sacudón fue una serie de fuertes protestas y disturbios durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, que comenzó el día 27 de febrero y terminó el día 28 de febrero de 1989 en la ciudad de Caracas, e iniciados realmente en la ciudad de Guarenas, cercana a Caracas. El nombre proviene de Caracas, la ciudad donde acontecieron parte de los hechos, recordando a otro hecho ocurrido muchos años antes en Colombia; el bogotazo. La masacre ocurrió el día 28 de febrero cuando fuerzas de seguridad de la Policía Metropolitana (PM) y fuerzas armadas del Ejército y de la Guardia Nacional (GN) salieron a las calles a controlar los disturbios.

La economía venezolana cayó a partir del endeudamiento que generó el país después del "boom" petrolero en los 70. A partir de ese momento, comenzó una caída paulatina a medida que el Estado venezolano aumentaba su recaudación y gastos. Esto causó una devaluación de la moneda en 1983. A partir de entonces las políticas económicas de los gobiernos de Luís Herrera Campíns y Jaime Lusinchi no fueron capaces de frenar las espirales inflacionarias, generando desconfianza en las inversiones y pérdida de credibilidad en la moneda nacional. Algunas de las políticas que emplearon estos gobernantes fueron controles de cambio a través de RECADI (Luis Herrera Campíns) y un control de precios (Jaime Lusinchi), medidas que devinieron en corrupción administrativa y mercados negros de divisas y bienes. Estas situaciones incrementaron la desinversión privada, generando una escasez gradual.

El gobierno de Carlos Andrés Pérez buscó dar un cambio al liberar la economía, a través de un programa de ajustes macroeconómicos promovido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que se le llamó "Paquete Económico", concebido para generar cambios sustanciales en la economía del país. Se anunciaron medidas de aplicación inmediata y otras de aplicación gradual en plazos breves. El paquete comprendía decisiones sobre política cambiaria, deuda externa, comercio exterior, sistema financiero, política fiscal, servicios públicos y política social. Sin embargo, la liberación de precios y la eliminación del control de cambio generaron un reajuste sumamente brusco para las personas de menores ingresos.

Cifras de Muertos y heridos (solo en Caracas y en un solo día)

Muertos: 468

Heridos: 10.283

Desaparecidos: 327

Hay un número impresionante de muertos, calculado según las fuentes, entre 300 y 5.000 muertos, enormes pérdidas materiales y miles de heridos. Fuentes extraoficiales señalaron que el número de muertos fueron más de 300. La represión fue especialmente dura en los barrios pobres de la capital.

En todas las ciudades de Venezuela sucedió igual, La explosión social se debió a un tratamiento de “choque” aplicado a una sociedad empobrecida, con una cúpula altamente enriquecida gracias al privilegio y la corrupción. No hay que olvidar que en Venezuela un 40 por ciento de la población vive en condiciones de extrema pobreza (y otro 40% en pobreza relativa). El alza indiscriminada de precios, la especulación, el acaparamiento o desabastecimiento artificial de los productos de la dieta básica, permitieron la explosión y los motines populares.

El pueblo venezolano, ha sido el primero en el mundo, que ha salido a la calle al enfrentar con sus vidas las medidas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional. Cifras extraoficiales hablan de miles de muertos; nunca se aclaró el número exacto. Uno de los responsables, junto al presidente Carlos Andrés Pérez, el ministro de la defensa, el ítalo-venezolano Ítalo Del Valle Alliegro, una verguenza para todo el pueblo italiano y para la humanidad entera. Ninguno de los responsables ha pagado con la cárcel.

Nunca se supo exactamente cuántos fueron los muertos. Miles de hombres, mujeres, niños que simplemente reclamaban su derecho a tener un trozo de pan, una arepa, un plato de pasta. Entre los responsable de esta matanza, que todavía reclama justicia, Ninguno de los responsable de esta matanza ha sido condenado, ni Carlos Andrés Pérez, el Presidente de la República, ni su ministro mas involucrado, el Ministro de la Defensa, Ítalo del Valle Alliegro, tan solo hay siete militares que han sido responsabilizados y ninguno cumpliendo condena.

Capítulo III

4 de febrero de 1992

El 4 de febrero de 1992, un grupo de militares ejecutó un intento de golpe de estado en Venezuela contra el entonces presidente constitucional Carlos Andrés Pérez. La intentona golpista no logró sus objetivos y los rebeldes se rindieron. Entre los oficiales alzados que comandaron esta maniobra se encontraban, principalmente, cuatro tenientes coroneles del ejército: Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos y Jesús Urdaneta.

Este evento transformó radicalmente la vida política venezolana, introduciendo nuevos actores en la escena: de estos cuatro protagonistas, el primero es presidente desde 1999; sin embargo, Arias también ha incursionado en política: fue electo gobernador del estado Zulia, candidato presidencial en 2000 -compitiendo con su propio ex compañero Hugo Chávez-, ha sido nombrado Embajador de Venezuela en la ONU y activista en la conformación del PSUV. Acosta ha mantenido un bajo perfil y Urdaneta se ha convertido en un crítico de las políticas llevadas a cabo por el gobierno de Chávez. Todos los participantes en esta acción fueron llevados a prisión por esta acción, siendo su causa posteriormente sobreseído y puestos en libertad dos años después, durante la presidencia de Rafael Caldera.

En la intentona golpista participaron "5 tenientes coroneles como cabezas visibles del movimiento, seguidos de 14 mayores, 54 capitanes, 67 subtenientes, 65 suboficiales, 101 sargentos de tropa y 2.056 soldados alistados", aunque posteriormente los medios revelaron que la mayoría de los soldados habían sido movilizados bajo engaño. Los participantes, pertenecientes a 10 batallones, formaban parte de las guarniciones militares de los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal, y fueron dirigidos por los jóvenes oficiales encabezados por Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, así como Yoel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta y Jesús Ortiz Contreras. Este grupo formaba parte de una organización conocida como Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), con una ideología política nacionalista y revolucionaria, que alegaba estar basada en el pensamiento de Simón Bolívar.

La movilización militar se inició el 4 de febrero, cuando Pérez regresaba del Foro Económico Mundial de Davos. Gracias a la oportuna actuación del Ministro de la Defensa, Fernando Ochoa Antich, y de los militares miembros de la escolta presidencial, Pérez se refugió en el Palacio de Miraflores y luego en la estación de televisión Venevisión, desde donde se dirigió al país en dos ocasiones para informar sobre la situación. El asalto al palacio presidencial se inició a las 12 de la noche del 4 de febrero. Al mismo tiempo se asaltaron la residencia presidencial (La Casona), y otras importantes ciudades del país. Los enfrentamientos fueron intensos en algunos casos.

Fracasado el intento de toma la ciudad capital, Caracas, los insurgentes se rindieron, luego que las guarniciones del interior del país fueran recuperadas por las fuerzas del gobierno constitucional. Chávez fue arrestado y privado de su libertad por fuerzas de seguridad de la DISIP, aunque poco antes se le dio la oportunidad de dirigirse al país en una alocución transmitida ante los medios de comunicación, en donde asumía la responsabilidad del alzamiento, y ordenaba a los insurgentes que aún luchaban en Aragua y Valencia que se rindieran para evitar mayores derramamientos de sangre, a la vez que pedía a sus partidarios deponer las armas.

Suspensión de las garantías

Con la imagen pública de Pérez desacreditada por las reformas económicas emprendidas, el estallido social del caracazo y después de aplastar violentamente las tentativas del golpe, otros políticos comenzaron a desafiar su autoridad, poniendo en peligro el viejo sistema de gobierno bipartidista del puntofijismo.

Pérez decretó la suspensión de las garantías constitucionales, la cual tenía que ser discutida por el congreso al día siguiente. En esta reunión, Rafael Caldera rompió la unanimidad que existía entre los parlamentarios, que apoyaban al poder ejecutivo, para criticar la situación del país y desestimar la interpretación de magnicidio que defendía Pérez. Este discurso sirvió para aumentar su popularidad, lo que le permitió ganar las siguientes elecciones presidenciales.

La población no manifestó su apoyo al gobierno pero tampoco apoyó el Golpe de Estado. La cifra oficial de muertos fue de 14 personas. La cifra extraoficial es de 50 muertos y más de 100 heridos.

Los militares involucrados fueron juzgados y hallados culpables de rebelión. Algunos fueron sobreseídos, otros dados de baja y el resto encarcelados, para después ser finalmente indultados por el gobierno de Caldera en 1994, este lo hizo para poder tener una alianza con grupos políticos de izquierdas que apoyaron el golpe, y así mantener su precario gobierno. Entre los indultados se encontraba Hugo Chávez.

El dirigente nacional más afamado, polémico y voluntarioso de la primera década del siglo ha sido seguramente el presidente de Venezuela. Hugo Chávez, un antiguo militar golpista, llegó democráticamente al poder en 1999 con un programa de refundación de la República y de profundas transformaciones sociales y económicas que ha ejecutado bajo las banderas de la Revolución Bolivariana y el Socialismo del Siglo XXI. Ferozmente populista, de verbo torrencial y provocador, hostil al consenso y tremendamente carismático, amado y odiado, Chávez ha polarizado en torno a su figura de tintes caudillistas y autoritarios a la población venezolana, que desde 1998 le ha otorgado la victoria en un rosario de elecciones y referendos, el último de los cuales, en febrero de 2009, ha dicho sí a su reelección indefinida, arrollando en el camino a una oposición sin líderes capaces de hacerle sombra.

La crisis y La masacre del 11 de abril de 2002

La CTV realizó una huelga general el 9 de abril y, al constatar su seguimiento desigual (en PDVSA se trabajó sin novedad, no obstante la crispación causada por los recientes despidos de ejecutivos rebelados contra el nombramiento de la nueva dirección y contra la revisión de los criterios de gestión mercantilistas del holding), decidió prolongarla al día siguiente. En la segunda jornada de paros la tensión se disparó, con la llamada por la CTV y Fedecámaras a la huelga general indefinida, la desautorización de Chávez por otros dos generales y la advertencia del Gobierno de que estaba en marcha una conspiración para derribarlo.

El día 11, jueves, los acontecimientos se aceleraron. En respuesta al llamamiento de Fedecámaras y la CTV, varios cientos de miles de caraqueños, en torno al medio millón, se manifestaron para exigir la renuncia inmediata de Chávez. La marcha, pacífica y protagonizada por las clases medias, se encaminó hacia la sede de PDVSA en Chuao, en el sector este de la ciudad, pero luego cambió el itinerario y se dirigió al Palacio de Miraflores, en cuyas inmediaciones estaba congregada también una muchedumbre de partidarios del presidente. Las dos manifestaciones no llegaron a tocarse, pero esto no evitó que corriera la sangre por la irrupción de individuos que, blandiendo pistolas y armas de cañón largo, comenzaron a disparar. Lo que sucedió después estuvo trufado de confusión y dio pábulo a una amarga controversia llamada a durar años.

Según las informaciones iniciales, los marchistas opositores fueron tiroteados indiscriminadamente por miembros de la Guardia Nacional y por francotiradores de paisano, aparentemente chavistas armados, que se encontraban apostados en los márgenes de la riada humana. Más tarde, sin embargo, se acumularon testimonios que apuntaban a elementos de la Policía Metropolitana, cuerpo de orden público hostil al Gobierno, como los iniciadores del tiroteo. Como resultado del intercambio de disparos, 17 personas perdieron la vida y más de un centenar resultaron con heridas de diversa consideración. Contrariamente a lo divulgado en los primeros momentos, varias de las víctimas resultaron ser partidarios del presidente, lo que alimentó las dudas sobre la verdadera autoría de estos crímenes, si fueron obra exclusiva de uno u otro bando, o si fueron perpetrados por los dos.

Con posterioridad a tan dramáticos hechos, en los medios oficialistas cundió la convicción de que la matanza fue planificada por aquellos que estaban interesados en crear una situación de caos, provocando víctimas en las dos manifestaciones, para desacreditar al Gobierno y justificar su derrocamiento. Para la oposición, en cambio, no cabían dudas de que su marcha se topó con una encerrona de elementos chavistas que dispararon a matar.

Fuera como fuere, la masacre producida en el Puente Llaguno y la Avenida Baralt, en pleno corazón de Caracas, desencadenó en las horas siguientes una cascada de declaraciones de rebeldía o de condena por parte de un grupo de generales encabezados por el jefe del Estado Mayor de la Armada, vicealmirante Héctor Ramírez Pérez, del alcalde metropolitano de Caracas, Alfredo Antonio Peña –un reciente tránsfuga del MVR-, de varios gobernadores estatales y del ex ministro Miquilena, mientras que los medios de comunicación privados, ya mal encarados con el Gobierno por el acoso de los Círculos Bol`vaanos a sus trabajadores y las trabas oficiales a la libertad de expresión, pusieron el grito en el cielo por el corte de sus emisiones.

El viernes 12, pródigo en informaciones confusas, se produjo la caída de Chávez como consecuencia de la desautorización pública del Alto Mando Militar, inclusive el comandante en jefe del Ejército, general Efraín Vásquez Velasco, y el inspector general y comandante en jefe de la Fuerza Armada, general Lucas Rincón Romero. Éste, no sin ambigüedad sobre su postura personal (de hecho no se le tenía por antichavista), leyó ante las cámaras de la televisión un comunicado en el que informó a la nación de que la cúpula militar había pedido la dimisión de Chávez y que éste había asentido. "Los miembros del Alto Mando Militar de la Fuerza Armada de la República Bolivariana de Venezuela deploran los lamentables acontecimientos sucedidos en la ciudad capital en el día de ayer. Ante tales hechos, se le solicitó al señor presidente de la República la renuncia de su cargo, la cual aceptó ", explicó el que era el oficial de mayor rango de la Fuerza Armada venezolana.

Y el Sábado 13, A las 02:55 am el helicóptero iluminó la noche caraqueña mientras la multitud alborozada, esa misma multitud que por dos días ha aguardado sufriendo los embates de la dictadura más corta de nuestra historia, quizás de Latinoamérica, aplaudía alborozadísima la llegada del líder quien, no sólo lo es de la nación venezolana, en el Mar Caribe, sino también de los pobres y necesitados del 70% de la geografía del planeta. No olvidemos que este triunfo es del pueblo, no de los militares ni de los dirigentes. Yo me siento orgulloso de este pueblo pata en el suelo que bajó hasta Miraflores y tomó el palacio. Yo estuve allí hoy y vi eso con mis propios ojos. No olvidemos eso, compañeros. Fue el pueblo, fueron los arrastrados, los que exigieron que le devolvieran a su presidente. Yo estoy conmovido por ese gesto, porque jamás me lo habría imaginado: todo un pueblo consiente, marginado, empobrecido, excluido, bajando de los cerros hasta Miraflores para exigir que les devolvieran a su presidente.... Es algo realmente poético, maravilloso, casi como de un cuento de hadas que en ese momento me dio la sensación de traición, de impotencia. Pero hoy estoy feliz. De ahora en adelante, cada vez más se consolida esta Revolución Socialista. Este es un modo de expresarle mi reconocimiento a ese pueblo, en recuerdo de esa fecha del 13 de abril del 2002. Es nuestro pueblo que tiene ya más de cuarenta años sufriendo y manteniendo una esperanza. Chávez (o el proyecto de Chávez) es lo que para este pueblo representa una luz, una nueva salida. Es por eso que triunfo la Enmienda Constitucional, es por eso que yo no apoyo una renuncia de Chávez a favor de nadie. No volverán.

Capítulo IV

Instauración de la República Bolivariana de Venezuela

Aunque Chávez, haciendo referencias a la unidad y la reconciliación nacional, quiso remover los temores a una forma suya de gobernar excluyente o despreciativa de las fórmulas del consenso básico en democracia, al reincidir en declaraciones lapidarias sobre la "muerte" del Estado tradicional y el nacimiento de una "verdadera democracia" provocaba ansiedad en los compatriotas que no le habían votado y preocupación en varios gobiernos extranjeros. El gran interrogante era el rumbo que podría tomar el sistema político y económico venezolano si se abría paso a las tantas veces anunciada revolución bolivariana.

El caso fue que el presidente, impertérrito ante las crispaciones que sus modos y su lenguaje iban generando, se mostró muy diligente en la realización de su promesa de "barrer" los viejos "poderes oligárquicos". Otras disposiciones, como la instrucción premilitar de todos los estudiantes de primaria y secundaria, la apertura en los cuarteles de cientos de Escuelas Bolivarianas (centros dedicados al estudio de la obra de El Libertador) y la participación de la Fuerza Armada en misiones de instrucción civil y servicios comunitarios, levantaron bien pronto airadas protestas de la oposición.

El 25 de julio los venezolanos acudieron de nuevo a las urnas para elegir la ANC. El Polo Patriótico arrasó al conseguir 120 de los 131 asambleístas con el 62% de los votos, lo que no dejaba dudas sobre el desenlace de la catarata de cambios abierta por Chávez. La ANC, o Soberanísima, como la llamaba su promotor, emprendió el 3 de agosto los trabajos de debate y redacción del proyecto de Constitución bajo la presidencia del omnipresente Miquilena, si bien los detractores del oficialismo acusaron a dicha asamblea de limitarse a certificar un borrador que ya había sido elaborado por el equipo del presidente y que de hecho fue entregado a la institución constituyente por el propio Chávez con el nombre de Ideas Fundamentales para la Constitución Bolivariana de la V República.

El 5 de agosto Chávez proclamó en la ANC la defunción de la "IV República" y reclamó la aprobación de una declaración de "emergencia nacional" que facultase a la asamblea para intervenir en todas las instituciones del Estado. La oposición, que parecía incapaz de reaccionar ante el huracán chavista, lanzó débiles denuncias de "ilegalidad" y "golpe de Estado". La comunidad internacional seguía el controvertido proceso con una mezcla de aprensión y estupefacción. Reincidiendo en su ambigüedad económica, Chávez apostrofó contra "un dogma de mercado que pretende ser Dios" y propuso un modelo intermedio de carácter "autóctono". En los días siguientes, la ANC consagró la victoria total de Chávez, a través de cuatro decretos consecutivos.

Primero, el 9 de agosto, en respuesta a su maniobra de someter su cargo a disposición del cuerpo, la Soberanísima ratificó a Chávez como presidente de la República, a lo que siguió una segunda jura de la suprema magistratura, pero esta vez ante el Acta de la Independencia de 1811. Con esta escenificación, Chávez pretendía dejar clara la autoridad suprema de la ANC sobre todos los poderes constituidos de la sentenciada IV República.

Segundo, el 12 de agosto, la ANC, "considerando que la República vive una grave crisis política, económica, social, moral e institucional, que ha llevado al colapso a los órganos del Poder Público y mantiene a la mayoría de la población en un inaceptable estado de empobrecimiento, con el cual se vulneran los más elementales derechos humanos", y "en razón de la emergencia nacional existente", declaró la "reorganización de todos los órganos del Poder Público".

Tercero, el 19 de agosto, la ANC, "en ejercicio del poder constituyente originario otorgado por éste mediante referendo aprobado democráticamente", y con el fin de "transformar el Estado y crear un nuevo ordenamiento jurídico que permita el funcionamiento efectivo de una democracia social y participativa".

Cuarto, decretó la Reorganización del Poder Judicial (decreto de emergencia judicial), que suponía la creación de una Comisión de Emergencia Judicial de nueve miembros escogidos por la propia Asamblea y con las competencias, entre otras, de nombrar y destituir a cualesquiera magistrados, "evaluar" y "reorganizar" el funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de la Judicatura y las demás instituciones del sistema de justicia, y "proponer" a la ANC las medidas "necesarias" en este ámbito. Puesta ante el hecho consumado, la Corte Suprema, el 24 de agosto, accedió a auto disolverse, acto que fue calificado por su presidenta, Cecilia Sosa Gómez, de "suicidio" de la institución para evitar así su "asesinato".

10 años de La Revolución Bolivariana

El repetitivo y desgastado discurso de la derecha contrarrevolucionaria venezolana y sus aliados extranjeros sobre el incremento del desempleo, la marginalidad y la pobreza en estos años de gobierno revolucionario y bolivariano, son las banderas más poderosas que ritualmente esgrimen cada vez que se les agota el arsenal golpista y subversivo, Hoy, cuando se cumplen 10 años del triunfo del Comandante Chávez no hay dudas de que la pobreza ha disminuido en Venezuela, ya no es válido hablar del 80% de la pobreza absoluta y crítica, los índices son otros, quizás no han disminuido todo lo que deben, pero debemos considerar el estado de hundimiento y desastre en el que se encontraba el país cuando Chávez asume el poder, y si no ha habido una disminución mayor es en buena parte por la acción política subversiva y golpista de la contrarrevolución, quién a través de paros, huelgas, movilizaciones y agitación, ha retardado la implementación más agresivas de políticas sociales, económicas y culturales que combatan la pobreza; por eso pienso que en los próximos 10 años, para el 2019 la pobreza se reduzca en un 60% y, para el 2021 la Misión Cristo esté completada y no existan pobres en Venezuela, comienza la edad dorada para nuestro país convertido, para entonces, en una potencia profesional, científica, industrial, agrícola, deportiva, tecnológica, intelectual y cultural, pero aun nos queda mucho trabajo por hacer para consolidar en la conciencia de todos la necesidad de seguir profundizando en el Proyecto Nacional Simón Bolívar.

Proyecto Nacional Simón Bolívar

A partir del 2 de febrero de 1999 se inició un proceso de cambios en Venezuela, orientado hacia la construcción del Proyecto Nacional Simón Bolívar, el cual continúa en esta nueva fase de gobierno para profundizar los logros alcanzados por las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001 – 2007.

Ahora en este próximo período 2009 – 2019, se orienta Venezuela hacia la construcción del Socialismo del Siglo XXI, siguiendo las directrices del proyecto de País “Simón Bolívar”:

-Nueva Ética Socialista

Propone la refundación de la Nación Venezolana, la cual hunde sus raíces en la fusión de los valores y principios más avanzados de las corrientes humanistas del socialismo y de la herencia histórica del pensamiento de Simón Bolívar.

-La Suprema Felicidad Social

A partir de la construcción de una estructura social incluyente, un nuevo modelo social, productivo, humanista y endógeno, se persigue que todos vivamos en similares condiciones, rumbo a lo que decía El Libertador: “La Suprema Felicidad Social”.

-Democracia Protagónica Revolucionaria

Para esta nueva fase de la Revolución Bolivariana se consolidará la organización social, tal de transformar su debilidad individual en fuerza colectiva, reforzando la independencia, la libertad y el poder originario del individuo.

-Modelo Productivo Socialista

Con el fin de lograr trabajo con significado, se buscará la eliminación de su división social, de su estructura jerárquica y de la disyuntiva entre la satisfacción de las necesidades humanas y la producción de riqueza subordinada a la reproducción del capital.

-Nueva Geopolítica Nacional

La modificación de la estructura socio-territorial de Venezuela persigue la articulación interna del modelo productivo, a través de un desarrollo territorial desconcentrado, definido por ejes integradores, regiones, programas, un sistema de ciudades interconectadas y un ambiente sustentable.

-Venezuela: Potencia Energética Mundial

El acervo energético del país posibilita una estrategia que combina el uso soberano del recurso con la integración regional y mundial. El petróleo continuará siendo decisivo para la captación de recursos del exterior, la generación de inversiones productivas internas, la satisfacción de las propias necesidades de energía y la consolidación del Modelo Productivo Socialista.

-Nueva Geopolítica Internacional

La construcción de un mundo multipolar implica la creación de nuevos polos de poder que representen el quiebre de la hegemonía unipolar, en la búsqueda de la justicia social, la solidaridad y las garantías de paz, bajo la profundización del diálogo fraterno entre los pueblos, su autodeterminación y el respeto de las libertades de pensamiento.

Rasgos Dominantes

La plena realización del Socialismo del siglo XXI que estamos inventando y que solo será posible en el mediano tiempo histórico, pasa necesariamente por la refundación ética y moral de la nación Venezolana. Tal refundación supone un proyecto ético y moral que hunde sus raíces en la fusión de los valores y principios de lo más avanzado de las corrientes humanistas del socialismo y de la herencia histórica del pensamiento de Simón Bolívar. Su fin último es la suprema felicidad para cada ciudadano. La base de este objetivo fundamental descansará en los caminos de la justicia social, la equidad y la solidaridad entre los seres humanos y las instituciones de la República. La necesidad del nuevo proyecto ético Socialista Bolivariano parte de la constatación de una realidad cuyos rasgos dominantes son:

-La confrontación entre un viejo sistema (el Capitalismo) que no ha terminado de fenecer, basado en el individualismo egoísta, en la codicia personal, y en el afán de lucro desmedido, y un nuevo sistema (Socialista) que está naciendo y cuyos valores éticos, la solidaridad humana, la realización colectiva de la individualidad y la satisfacción racional de las necesidades fundamentales de hombres y mujeres, se abre paso hacia el corazón de nuestra sociedad.

-La pobreza material y espiritual en la cual permanecen aún millones de venezolanos, por lo mismo, imposibilitados de satisfacer sus necesidades primarias y desarrollar la espiritualidad inherente a toda persona.

-La sustitución de la cultura del trabajo creador y productivo por la subcultura de la corrupción y el soborno como medios de acelerada acumulación de bienes y riqueza monetaria, extendida en importantes sectores de la sociedad.

-El uso y la promoción de la violencia sicológica y material que los medios de comunicación utilizan como factor para configurar en la subjetividad del ciudadano, la convicción de la imposibilidad de vivir en paz, en democracia y en la confianza de que es posible la realización común.

El proyecto ético Socialista Bolivariano tiene como misión la superación de la ética del capital, y se centra en la configuración de una conciencia revolucionaria de la necesidad de una nueva moral colectiva, que solo puede ser alcanzada mediante la dialéctica de la lucha por la transformación material de la sociedad y el desarrollo de la espiritualidad de los que habitamos en este hermoso espacio de tierra que es Venezuela. Tal dialéctica debe llevarnos a fundar la convicción de que si nosotros mismos no nos cambiamos, de nada valdría cambiar la realidad exterior. En esta dialéctica del proyecto ético Socialista Bolivariano aparecen varios desafíos:

a. La necesaria superación positiva de la miseria y la pobreza material y espiritual que garantice la realización de la ética y no su anulación. Está claro que el estado de necesidad permanente anula cualquier posibilidad real del ser ético.

b. La construcción de un Estado ético, vale decir, de una nueva ética del hecho público. Un Estado de funcionarios honestos, eficientes que más que un altar de valores, exhiban una conducta moral en sus condiciones de vida, en la relación con el pueblo y en la vocación del servicio que prestan a los demás. Un Estado del cual se sienta parte el ciudadano. El Estado está llamado a ser el espacio ético por excelencia, si no lo es, el ciudadano no tendrá motivo para serlo.

c. Civilidad: la virtud por la que los ciudadanos se hacen responsables de la vida pública. Ningún ciudadano quiere ser súbdito ni vasallo, si no señor de la República. Política de los ciudadanos.

d. Creación de una institucionalidad cuyo valor supremo sea la práctica de la justicia y la equidad. Que frente a la dialéctica del derecho y la justicia sean capaces de decidir por la justicia, sin minar las bases del derecho.

e. Tolerancia activa militante en un medio plural donde conviven distintas religiones, distintas culturas, distintas concepciones de la vida. La tolerancia asume las diferencias y las respeta.

CONCLUSIÓN

Por dentro de esta amplitud de la tolerancia ante lo diverso, hay un núcleo de hechos y antivalores ante lo que no se puede ser indiferente ni tolerante, pues conducen a crear un estado de cosas donde la impunidad se convierte en algo normal y aceptado por todos. Ante la crueldad, ante la tortura, ante la discriminación racial, ante la violación de los derechos humanos, ante la violación de la mujer, ante el maltrato de los niños, ante las injusticias, ante la corrupción y ante otras muchas cosas de características similares no se puede ser tolerante, no se puede consentir. Nadie puede transigir ante las masacres de Cantaura, Yumare, el Amparo, el Caracazo, los campesinos muertos a mano de sicarios en la lucha por el Latifundio y que aun los culpables están libres. Esta intolerancia e intransigencia se convierten en una plataforma indispensable para poder iniciar una convivencia pacífica y profundizar en nuestra verdadera Historia y no quedarnos con la Historia que nos hicieron creer a través de textos manipulados y los medios de comunicación privados.

El proyecto ético venezolano propone una ética humanista exclusiva de una sociedad pluralista que asume como propios un conjunto de valores y principios que pueden y deben ser universalizables porque desarrollan y ponen en marcha la fuerza humanizadora que va a convertir a los hombres y mujeres en personas y ciudadanos justos, solidarios y felices. Hay un conjunto de normas, de valores, de principios que tienen que ver con el principio Justicia y que están en la conciencia social, no por un pacto sino por algo que está adentro de cada uno de nosotros y del corazón social del pueblo, que lo sentimos como un deber de humanidad y que tiene que ver con el sentido moral que une a todos los hombres y mujeres de nuestra Patria Grande. Por tal motivo, vemos la multiplicidad de la historia en la diversidad de quienes la interpretan, y con ímpetu y amor a la Libertad y a la Independencia Plena vamos a impactar a través de las comunidades para consolidar el Socialismo Bolivariano, con formación, organización y reivindicando los valores éticos y morales que aprendimos de nuestros padres.

Comenzaremos desde abajo. Como los consejos comunales forman parte de la nueva institucionalidad del Estado, al igual que las Misiones Sociales, especialmente la Misión Cultura que está recopilando la Historia Local y los documentos que se están produciendo forman parte del patrimonio documental de la nación, y debe quedar conservado para siempre como nuestros patrimonios culturales material e inmaterial, construyendo nuestro Archivo local y Municipal para que nuevas generaciones tengan material para la investigación y el estudio.

La tecnología ofrece muchas alternativas para facilitarles la vida a los usuarios y usuarias y estas alternativas tienen un impacto mucho mayor cuando se trata de ayudar a los ciudadanos en su interacción con el Estado. Con este ensayo pretendo avivar un poquito más la conciencia de los que aun no puede sacarse el Disco duro neoliberal que los ciega a esta realidad de nuestra Historia Contemporánea en la construcción del Socialismo Bolivariano que nos permitirá convertirnos en una Gran Potencia Humanista, Solidaria y Justa.

Es necesario aumentar las inversiones en educación y capacitación para consolidar el Socialismo Bolivariano con una Formación permanente, ya que con un bajo nivel de industrialización y por lo tanto sin una numerosa clase obrera, puede plantearse una revolución desde la superestructura, desde las instituciones, desde las instancias ideológicas, de manera de superar el gobierno de las palabras que hemos padecido producto de la decadencia social y la demagogia política, para pasar a la revolución de las palabras, la deconstrucción y la exclusión, al discurso que permita nombrar a la nueva mujer y al nuevo hombre con amor patrio, y que a su vez, permita darle nombre a esos aspectos inéditos que van caracterizando al proceso bolivariano, legitimándolos. Los trabajadores, así como todos los sectores que padecen alguna clase de explotación, juegan un papel de igual modo importante en el cambio estructural de la V república.

“Las costumbres que forma una Educación Social producen una autoridad pública no una autoridad personal; una autoridad sostenida por la voluntad de todos, no la Voluntad de uno solo, convertida en Autoridad o de otro modo, la autoridad se forma en la educación porque educar es crear voluntades. Se desarrolla en las costumbres que son efectos necesarios de la educación y vuelve a la educación por la tendencia de los efectos a reproducir la autoridad. Es una circulación del espíritu de Unión entre socios, como lo es la de la sangre en el cuerpo de cada individuo asociado pero la circulación empieza por la vida”

Simón Rodríguez

Bibliografía

www.archiven.gov.ve

www.ministeriodelacultura.gob.ve

books.google.co.ve

www.agn.gob.ve/diagnostico

www.minci.gob.ve/opinion/7/6559/masacre_de_yumare

www.simon-bolivar.org/bolivar/masacre_cantaura

www.aporrea.org/ddhh/a17186

es.wikipedia.org/wiki/

El-nacional.com

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Obras completas de simón rodríguez, Tomo I, 1975, pág. 383

Jairo Robles: autor de “El Amparo, La Verdad para la Historia”

Del socialismo utópico al socialismo científico, editorial progreso, Moscú, 1887, pág. 14)

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